Los cursos de información sexual que durante muchos años se han estado impartiendo con notable éxito y aprobación mayoritaria, por parte del personal dela Consellería de Sanidad han quedado en barbecho por una decisión de la Generalitat.
Según las declaraciones de la propia Consellería se trata de una "interripción temporal" para el diseño de los contenidos. Parece que en este caso no se ha tenido en cuenta la máxima de que "si algo funciona no lo toques" a lo que se podría añadir que al menos mientras lo mejoras no lo destruyas...
Curiosamente el Arzobispado de Valencia, gran autoridad científica en sexología, había expresado su malestar en julio e este año por los contenidos de estos cursos por considerar que ofrecían "una visión muy reduccionista del ser humano".
Efectivamente, se hablaba de sexo dejando al margen otras consideraciones morales de carácter personal, lo que en mi opinión es positivo. Otras facetas importantes del ser humano, como la sensibilidad por la música, las opiniones políticas o la capacidad de resistencia para la media maratón quedaban, con buen criterio, fuera del objetivo de los cursos.
Ignoramos el futuro de este programa, que consideramos necesario para el desarrollo de la personalidad de los jóvenes en un aspecto tan importante y natural como la sexualidad.
Miedo me da el contenido de los nuevos programas si han de recibir el "NIHIL OBSTAT" del Sr. Arzobispo por encima del criterio profesional de los especialistas sanitarios.
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