Es el segundo paso en el camino de facilitar el programa del arzobispado después de equiparar éste al oficial
"El Consell ha dado un nuevo paso para facilitar la entrada de la moral sexual católica en las aulas públicas. Después de que el martes subrayara la "libertad" de cada centro educativo para solicitar e impartir el programa de sexualidad del Arzobispado de Valencia, que accede en condiciones de igualdad a competir con el programa público de sexualidad -el PIES- llega otra novedad: se facilitará a los padres un documento de renuncia por si no consideran oportuno que su hijo reciba el programa didáctico de educación sexual elaborado por las conselleries de Sanidad y Educación. Es decir: podrá haber, por decisión de sus padres, alumnos objetores en el plan de sexualidad pública."
"¿Qué pasa ahora?
Por tanto, el escenario actual es el siguiente: cualquier centro educativo valenciano -público o privado- puede solicitar que se imparta en sus aulas el programa de sexualidad público o el del arzobispado, que califica de "vicio" la masturbación, que considera una "disfunción" la homosexualidad o que desaconseja los métodos anticonceptivos para evitar la infección de enfermedades de transmisión sexual y predica la "continencia" o la "paciencia". El consejo escolar de cada centro decidirá si se imparte un programa, el otro o ninguno. O tal vez los dos, y permitir así que los padres afines a la moral sexual católica se abstengan del programa público de sexualidad y sus hijos sí que reciban el del arzobispado.
Y esto es relevante porque existe una diferencia importante entre ambos programas, que es el tiempo. Mientras que el PIES se concentra en tres sesiones de dos horas para los alumnos de 14-15 años, el programa Educar la sexualidad para el amor consta de 6 unidades y se reparte en 18 sesiones, de 90 minutos cada una, que se reparte entre los 5 y los 14 años. Justo hasta cuando empieza el PIES."
Por tanto, el escenario actual es el siguiente: cualquier centro educativo valenciano -público o privado- puede solicitar que se imparta en sus aulas el programa de sexualidad público o el del arzobispado, que califica de "vicio" la masturbación, que considera una "disfunción" la homosexualidad o que desaconseja los métodos anticonceptivos para evitar la infección de enfermedades de transmisión sexual y predica la "continencia" o la "paciencia". El consejo escolar de cada centro decidirá si se imparte un programa, el otro o ninguno. O tal vez los dos, y permitir así que los padres afines a la moral sexual católica se abstengan del programa público de sexualidad y sus hijos sí que reciban el del arzobispado.
Y esto es relevante porque existe una diferencia importante entre ambos programas, que es el tiempo. Mientras que el PIES se concentra en tres sesiones de dos horas para los alumnos de 14-15 años, el programa Educar la sexualidad para el amor consta de 6 unidades y se reparte en 18 sesiones, de 90 minutos cada una, que se reparte entre los 5 y los 14 años. Justo hasta cuando empieza el PIES."
Como los cangrejos....
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