Aunque se trata de una entrada antigua (2008) continúa teniendo actualidad.... Ver artículo original
Es más que evidente que los padres tenemos un papel protagonista en el proceso de educación de nuestros hijos. Este papel parece estar claro en toda la etapa de educación primaria, en la que la presencia de las madres y los padres en el centro escolar se produce a diario y por tanto estamos muy próximos a la vida cotidiana de los centros. Este hecho se traduce en un conocimiento del propio centro y una participación activa en muchas actividades. Sin embargo, el cambio de etapa educativa supone un claro distanciamiento de las familias y el centro. Parece que como los chicos y chicas ya saben cruzar solos la avenida ya no es necesaria nuestra presencia en el centro y se produce un distanciamiento que se traduce, por ser optimista, en una escasa participación de los padres en las actividades organizadas desde la AMPA de los Institutos.
La etapa de la adolescencia es posiblemente una de las más conflictivas en la vida de un joven y la familia necesita apoyo para saber afrontarla, sobre todo en estos tiempos en los que se están produciendo además importantes cambios de paradigmas. Aspectos tan importantes como la formación ciudadana, la identidad sexual, la ideología política y la no menos importante "ciudadanía digital", se pre-configuran en esta etapa y requieren el apoyo de los padres, que para ser eficaz debe ser un apoyo "informado". Las AMPA de los institutos son lugares ideales para llevar ayudar en esta labor y en ellas se pueden desarrollar muchas iniciativas, siempre que exista una respuesta activa de los padres y madres que las integran.
"Cuando una AMPA funciona la escuela tiende a funcionar y los niños que ven a sus padres implicados, entienden mejor que el colegio y el estudio son importantes". (Lola Abelló, presidenta de Ceapa)
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